Sociable


Todo lo sabemos entre todos.
Francisco Giner de los Ríos

Una casa es sociable cuando sus ocupantes comparten espacios o servicios con el colectivo de vecinos que la rodea, asumiendo decisiones mutuales. Porque una casa no es una célula independiente, sino que forma parte orgánica de la ciudad y del entorno social. Por tanto, por encima de limitarse a ser un puro espacio digno, una vivienda debería estar dotada de una digna vida en común, tejida entre los vecinos, de un provechoso convivir.

La sociabilidad se refiere a la existencia de un compromiso colectivo con los habitantes de las viviendas cercanas, que implique el desarrollo de valores comunitarios y potencie la participación social y el arraigo en el barrio, creando y cuidando espacios de encuentro, de trabajo intercultural y multigeneracional, de educación ambiental…

Un hábitat sociable puede crearse con la participación de los futuros habitantes, o al margen de ellos. Dentro de esta segunda posibilidad, el lugar donde más se ha desarrollado es en EEUU, a finales del XIX y principios del XX, en los apartment hotels descritos en el atributo de reprogramación, concebidos como un negocio privado. Estos edificios de apartamentos estaban ocupados, sobre todo, por familias que vivían de modo permanente, en régimen de alquiler. Todos ellos estaban dotados de amplios espacios comunitarios (salones, comedores, salas de baile, azoteas ajardinadas…)  donde se reunían los residentes.

A modo de ejemplo de apartment hotel vamos a mostrar el célebre edificio Dakota, inaugurado en 1884 junto a Central Park, cuando estaba surgiendo el Upper West Side. El Dakota fue promovido por el presidente de la Singer Sewing Machine. Contaba con 65 apartamentos de entre cuatro y veinte habitaciones. En el sótano estaba la cocina, la lavandería, la panadería. En planta baja incorporaba diversos salones de uso privado, y un restaurante, de uso restringido a los inquilinos, con vistas al parque, aunque las comidas también podían ser enviadas a los apartamentos por unos ascensores especiales. En el bajo cubierta se ubicaban las habitaciones de los sirvientes de cada apartamento y en la cubierta había un jardín con magníficas vistas sobre Central Park. Los residentes también disponían de establos para los coches de caballos, pistas deportivas, oficina de mensajería y una floristería. El Dakota es famoso por las celebridades que lo han habitado (Lauren Bacall, Leonard Bernstein, Roberta Flack, Rudolf Nuréyev…) y por ser el lugar donde fue asesinado otro residente famoso: John Lennon.

1884 Dakota. Upper West Side, Nueva York

Otro ejemplo de apartment hotel de Nueva York  es el Hotel des Artistes (1917), mostrado en el atributo de reprogramación. Este edificio fue creado por una cooperativa de artistas, alojando viviendas-taller y amplios espacios y servicios comunes. Parte de renta que pagaban los residentes estaba destinada a contratar un chef que se encargaba de cocinar para cada uno de ellos. Dentro de los espacios comunes compartidos estaban varios restaurantes, una piscina y un salón de baile. Entre los artistas famosos que han vivido en el Hotel des Artistes está Norman Rockwell, Marcel Duchamp, Gary Oldman, Isadora Duncan o Rodolfo Valentino.

Vamos a mostrar a continuación  tres proyectos construidos de hábitat sociable concebido al margen de los habitantes. El primero es la famosa United´Habitation (1952) de Marsella, de Le Corbusier, que incorpora una calle comercial, a media altura, con varias tiendas, un restaurante, un bar y un hotel. En la azotea del edificio están los servicios comunitarios, formados por un gimnasio, una guardería, una piscina, una pista de carreras y un pequeño escenario.

1952 Le Corbusier: Unitéd´Habitation, Marsella

El segundo ejemplo nos lleva de nuevo a Japón, en donde algunas empresas promueven alojamientos para sus trabajadores. En la Residencia Yakult (1994) viven algunos de los empleados de la empresa Yakult Corporation. El edificio alberga 32 pequeños apartamentos, con acceso independiente, situados en 8 volúmenes cúbicos de dos plantas, de 6 m. de lado. Estos cubos se sitúan sobre un basamento rectangular que aloja el acceso y todos los espacios comunitarios, que incluyen una gran estancia común, una cocina, la lavandería, la administración y un dormitorio para invitados.

1994 Toshio Akimoto: Residencia Yakult, Tokio

El tercero es una residencia para estudiantes, probablemente el tipo de construcción con espacios comunes más habitual en Europa. La Residencia de estudiantes Tietgen (2006), en Copenhague, tiene forma circular, alrededor de un patio central que funciona como punto de encuentro general del edificio. Las habitaciones se sitúan hacia el exterior, en grupos de 12, y cada grupo dispone, sobre el patio circular, de un estar, una cocina, un cuarto de secado y una terraza. Este edificio proporciona a los residentes tres niveles de privacidad: las zonas comunes de toda la residencia, las áreas compartidas por cada 12 habitaciones, y la estancia propia.

2006 Lundgaard &Tranberg: Residencia de estudiantes Tietgen, Copenhague

Pero un hábitat sociable también puede haber sido co-creado por sus futuros habitantes. Los daneses son pioneros en Europa de estos proyectos residenciales autogenerados. En 1972, tras un largo proceso de muchos años, se inauguró en Hillerød el que es considerado el primer cohousing del mundo, que hoy, casi medio siglo después, funciona como el primer día. Sættedammen consta de 27 casas independientes, una casa comunal y amplias zonas comunitarias. A diferencia de los experimentos de comuna, muy extendidos en esos años, el cohousing cuida la intimidad de los habitantes, por lo que cada familia cuenta con una casa completa e independiente. Los cohousing están gobernados por los propios residentes, de forma asamblearia, sin directores ni líderes. A partir de los años 80 esta forma de residencia comunitaria se extendió por todo el mundo, surgiendo cientos de ellos, sobre todo en Dinamarca, en los Países Bajos, EEUU y Canadá.

Dentro de los múltiples ejemplos de cohousing vamos a destacar uno, también danés, denominado Jystrup Sawmill (1984), desarrollado con la coordinación de Tegnestuen Vandkusten Architects. Comprende 21 viviendas privadas y numerosos espacios comunes, que ocupan el 40% de la superficie total del proyecto, incluyendo una gran cocina colectiva, el comedor, un estar, una biblioteca y siete espacios adicionales que pueden servir como talleres o como cuartos de huéspedes. Todas las construcciones están orientadas al sur y tanto los espacios comunes como los corredores disponen de una cubierta de vidrio, de tal forma que pueden ser usados de manera intensiva todo el año, con un considerable ahorro energético.

1984 TegnestuenVandkusten Architects: Cohousing Jystrup Sawmill, Dinamarca

En otros lugares de Europa renace en los años 80 un modelo residencial muy común en los años 30: las Cooperativas de viviendas, promovidas por los futuros habitantes. Dentro de este modelo de autopromoción, es habitual que los propios cooperativistas definan su futuro hábitat mediante un proceso participativo. Juntos establecen sus necesidades concretas que luego trasladan, con la ayuda de los arquitectos elegidos entre todos, a una forma espacial y organizativa. Muchas Cooperativas de viviendas han incorporado en su hábitat diversos espacios o servicios comunes. En Alemania, este nuevo auge de las cooperativas tuvo lugar a principios de los años 90, sobre todo en Friburgo y Tubinga. Desde entonces este modelo se ha extendido por otras muchas ciudades alemanas.

En Austria, las cooperativas tienen también mucha importancia, habiendo surgido en Viena, en 1996, el más conocido ejemplo de este modelo de planificación participativa: la Cooperativa de viviendas y servicios Sargfabrik, coordinada por los arquitectos BKK-2.Este edificio surgió de una cooperativa formada por unas 30 personas, que decidieron destinar el 20 % de la superficie que fueran a construir a zonas comunes. Parte de ellas son solo para los residentes, pero otras están abiertas al barrio, de tal modo que Sargfabrikse ha convertido, con el tiempo, en un importante foco de atracción cultural de todo el oeste de Viena. Nadie es propietario en Sargfabrik, porque los residentes tan sólo tienen el uso y disfrute de sus viviendas y espacios comunes, pagando para ello una cuota mensual. Y nadie está atado a una propiedad: si un residente quiere irse tan solo es necesario devolverle el depósito inicial. De las 73 viviendas, 3 se reservaron para personas con discapacidad, 3 para personas de edad avanzada y otras 3 para refugiados.

1996 BKK-2: Cooperativa de viviendas Sargfabrik, Viena

Cuatro años más tarde la misma cooperativa inauguró un segundo edificio, Miss Sargfabrik, que alberga también un equipamiento social del Ayuntamiento de Viena con pequeños apartamentos que se alquilan a estudiantes durante periodos de un año. En los dos edificios Sargfabrik, las viviendas son dúplex, con acceso por su nivel inferior desde unos anchos corredores semipúblicos que recorren las fachadas. Estos corredores están así concebidos para fomentar el sentimiento comunitario. En la actualidad hay unos 250 residentes en los dos edificios y existe una larga lista de espera para entrar a vivir en ellos.

2000 BKK-3: Cooperativa de viviendas Miss Sargfabrik, Viena