Adaptable


Si el hombre puede adaptar su vivienda y no se introduce en ella a la fuerza tenemos una arquitectura adaptable.
Frei Otto

Una casa adaptable es capaz de alojar, con pequeñas variaciones interiores, a una gran variedad de modos de vida y planteamientos de convivencia, respondiendo con facilidad a diferentes funciones, usuarios, formas de uso y necesidades específicas.

En el último cuarto del siglo XIX surgió en EEUU una nueva tipología de edificios de viviendas, en régimen de alquiler, que incorporaban amplios servicios domésticos colectivos, como la preparación y servicio de las comidas, limpieza, el lavado de ropa… y estaban dotados de espacios comunitarios para los residentes, como salones, comedores, gimnasios… Estos edificios de apartamentos estaban promovidos por capital privado y, para mejorar las posibilidades del negocio, era conveniente que ofrecieran diferentes tipos de apartamentos, de mayor o menor tamaño, que permitieran satisfacer una demanda lo más amplia posible. Para lograrlo, algunos edificios copiaban la distribución típica de los hoteles, con habitaciones con acceso independiente desde las áreas comunes, susceptibles de conectarse entre sí. Otros, en cambio, como incorporaban habitaciones “comodín” entre cada dos apartamentos. El San Remo (1891) y el Plaza Home Club (1912) son dos buenos ejemplos de ello. Estas habitaciones podían ser conectadas a cualquiera de los dos apartamentos contiguos, o funcionar de modo independiente, alquilándose temporalmente a viajeros, o de forma permanente a personas solas con recursos económicos más limitados. Pero también podían unir los dos apartamentos, generando una vivienda más grande, dotada de doble orientación y acceso. Estas habitaciones intermedias convierten a estos apartamentos en adaptables, capaces de acoplarse con facilidad a nuevas circunstancias de convivencia y uso.

1891 San Remo, Nueva York

1912 Plaza Home Club, Nueva York

Otro ejemplo de adaptabilidad son las Viviendas en Genter Strasse (1975), en Munich, proyectadas y construidas por Otto Steidle. El objetivo de este proyecto era que, además de la adaptabilidad inicial, las viviendas también pudieran reconfigurase, incluso drásticamente, durante su vida útil, incluso modificando la estructura. Para ello, se construyó con una estructura prefabricada de hormigón que hasta entonces solo se había usado en la construcción industrial, y que permitían una libre composición y disposición de las viviendas.

1975 Otto Steidle: Viviendas en Genter Strasse, Munich

Tres años después, Renzo Piano uno de los arquitectos del Centro Pompidou, vuelve a intentar llevar la indeterminación y adaptabilidad de ese museo a la vivienda, proyectando un sistema de construcción residencial conocido como Il Rigo Quarter (1978-82), o “casa evolutiva industrializada”.

El elemento base de la construcción era una estructura tridimensional de hormigón armado en forma de U que, unida a otra similar, formaba un cajón cuya anchura y altura interiores eran de 6 m. Estos cajones tenían 12 m. de longitud y podían tanto adosarse en horizontal como apilarse en vertical.

Lo más interesante de esta vivienda era que sus usuarios podían modificar por sí mismos su volumen y superficie, sirviéndose para ello de una tecnología, ligera y manejable, que estaba a su disposición. El volumen interior podía ser variado (elasticidad) deslizando una de las fachadas de vidrio sobre el cajón de hormigón. En cuanto al cambio de superficie, la vivienda tenía inicialmente doble altura, salvo en la parte central de la construcción, donde se ubicaban las escaleras y las zonas húmedas. Los dos extremos de la planta carecían de un uso definido, siendo indeterminados. Podían ser “colonizados” en pocas horas por los propios usuarios, construyendo un forjado intermedio. Estos forjados estaban formados con unas ligeras vigas metálicas y unos paneles de madera que funcionaban como suelo. Generaban dos niveles de 2,7 m. libres de altura, podían colocarse o quitarse cuantas veces se quisiera, y sobre ellos se podía montar y desmontar una tabiquería ligera. Jugando con estos dos sistemas, la fachada deslizante y los forjados intermedios, la vivienda podía variar su superficie entre 50 y 120 m². Renzo Piano representaba la evolución de esta casa dibujando su crecimiento desde una situación inicial, habitada por una pareja sin hijos, hasta el momento en que la misma pareja convivía con tres hijos y alojaba también a los abuelos.

1978-82 Renzo Piano: Il Rigo Quarter, Corciano, Perugia

El proyecto Next 21, finalizado en Osaka, Japón, en 1993, es otro gran ejemplo de adaptabilidad. Fue concebido como un proyecto experimental de vivienda plurifamiliar capaz de aceptar, con suma facilidad, cambios radicales tanto en las distribuciones de las viviendas como en sus instalaciones. Siguiendo los principios del SAR de John Habraken, el proyecto estableció una distinción entre el “soporte” (estructura, recorridos e instalaciones) y el “relleno” (viviendas). El primero se consideró como un elemento fijo y el segundo como variable. Esta distinción generó una división en los procesos de diseño, de tal modo que el arquitecto jefe del proyecto, Yoshitika Utida, se encargó de definir el “soporte” mientras que, en paralelo a él, 13 equipos de arquitectura distintos se ocuparon de proyectar cada vivienda, en estrecha relación con los futuros habitantes. Las viviendas fueron diseñadas con gran libertad y flexibilidad de manera que, una vez finalizadas, sus habitantes podían acometer, en todo momento, cambios radicales tanto en sus distribuciones interiores como en sus instalaciones, o incluso también en sus fachadas. En sus casi 20 años de vida todas las viviendas de este bloque han mutado varias veces para adaptarse a las nuevas necesidades de sus habitantes.

1993 Yositika Utida y Shu-Koh-Sha architects: Next21, Osaka, Japón